Afrontemos el futuro juntos Field100: Un paso más en la lucha contra el cambio climático

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Para celebrar el 100 aniversario de Dr. Schär, a principios de 2022 lanzamos Field100 en cooperación con el Centro de Investigación de Laimburg. Nuestra misión ha consistido en crear uno de los campos con mayor biodiversidad de todos los tiempos. En colaboración con bancos de semillas seleccionados cuidadosamente como Crop Trust y Genebank Tyrol, sembramos 100 variedades distintas de cultivos como el sorgo, la quinoa y el amaranto. A lo largo de los meses pasados, hemos asistido a una explosión de colores en Field100 a medida que las semillas crecían durante el verano. Con el otoño ha llegado la cosecha de las plantas. Con el fin del proyecto, hemos entregado las semillas cosechadas al Centro de Investigación de Laimburg para que las conserve para las generaciones futuras.

Una combinación de tradición e innovación

A pesar de que Dr. Schär ha crecido mucho en las últimas décadas, seguimos considerándonos una empresa familiar comprometida con nuestros valores fundamentales y, al mismo tiempo, con las generaciones venideras. Nos esforzamos por proteger el mundo en el que vivimos. La biodiversidad no solo es crucial para la seguridad alimentaria a escala global, sino también para nuestra capacidad de satisfacer diferentes necesidades nutricionales y dar respuesta a los crecientes desafíos que plantea el cambio climático.

De vuelta al cultivo intercalado

Field100 también es un recurso educativo. En este proyecto, nos interesa adquirir conocimientos y evaluar nuevos enfoques relacionados con la agricultura para contribuir al avance de la investigación en dicho ámbito.

Al considerar los diferentes métodos de cultivo, también se estudió el cultivo intercalado. Con este propósito, sembramos una mezcla de avena y lentejas, así como de avena y guisantes, para valorar las distintas combinaciones. En general, si las plantas armonizan, pueden beneficiarse mutuamente. Además, de acuerdo con el Centro de Investigación de Laimburg, esta técnica “tiene efectos positivos en la biodiversidad, la conservación de los recursos terrestres y la mayor resistencia a la variabilidad del clima, la presión de la maleza, las plagas y las enfermedades”.

En la implementación de este método de cultivo, ciertos factores como la mecanización cumplen una función relevante. Por ejemplo, es preciso usar plantas de procesamiento para separar los distintos cultivos después de la cosecha.

 

Variedades exóticas en el corazón de los Alpes del Tirol del Sur

Es interesante que cultivos de otras partes del mundo como el amaranto y la quinoa hayan mostrado un gran potencial y puedan ser alternativas viables a cultivos locales en estos tiempos de clima cambiante al requerir poca agua y estar habituados a un entorno más cálido.

El centro de investigación también ha descubierto que las variedades antiguas representan un importante patrimonio genético para las futuras actividades de cultivo, ya que pueden poseer rasgos agronómicos útiles para la adaptación a los cambios en las condiciones climáticas. Sin embargo, según Laimburg, hace falta llevar a cabo una investigación científica a lo largo de varios años y bajo condiciones diferentes para sacar conclusiones firmes. De todas formas, a estas alturas podemos afirmar que las plantas nativas y las plantas exóticas pueden coexistir.

Los cultivos olvidados

Algunas de las semillas sembradas en el campo pertenecen a variedades antiguas como el mijo. Estas proceden en parte de las existencias del Tyrolean Gene Bank, uno de los bancos genéticos más antiguos del mundo que también celebra su centenario en 2022. Como ya se ha mencionado, la agricultura tradicional ha cambiado mucho en los últimos siglos. Las variedades históricas que cada vez se plantan menos se podrían estudiar de manera más detallada en Field100 con vistas a su posible recuperación.

Hace algún tiempo que Dr. Schär presta atención a este tema, por ejemplo, a través de su colaboración en el proyecto Re-Cereal finalizado en 2019. El objetivo de este importante proyecto era respaldar la siembra de estos cultivos olvidados y trabajar en nuevas tecnologías. En calidad de socio, nuestro Centro de Investigación y Desarrollo (I+D) de Trieste aportó sus valiosos conocimientos.

Necesitamos más proyectos así

Aunque el verano de este año ha estado marcado por las altas temperaturas y la aridez, todos los cultivos crecieron bien. Según el Centro de Investigación de Laimburg, se observaron diferencias entre las variedades de cada especie, pero se superaron las expectativas de crecimiento. Las variedades antiguas como el lino y el mijo mostraron una madurez irregular y las plantas alcanzaron mayor altura de media, con lo que su estabilidad física se redujo. No obstante, cabe mencionar que, si bien no se añadieron fertilizantes al campo, el suelo es muy rico en nutrientes, lo que podría explicar el patrón de crecimiento de las variedades antiguas al adaptarse a distintas condiciones del suelo.

Estos hallazgos demuestran lo importantes que son estos proyectos de cara al futuro para recopilar nueva información y concienciar al público. También es necesario promover la investigación en esta área, así como la reorientación a largo plazo hacia métodos de cultivo alternativos. Además, el Centro de Investigación de Laimburg recomienda introducir “reglas de biodiversidad en la agricultura” como fomentar el cultivo intercalado. Y es que una cosa es segura: nuestras plantas y sus genes constituyen uno de los recursos más valiosos que debemos preservar.

Capítulo 3: La cosecha

Echa un vistazo a la cosecha del Field100 aquí: