Una dieta variada y equilibrada juega un papel fundamental para mantener un estilo de vida saludable. Sin embargo, para algunas personas que padecen enfermedades crónicas, la dieta no es sólo una buena práctica, sino un aspecto clave y una parte integral de su tratamiento. Actualmente, una dieta sin gluten es el único tratamiento disponible para personas celíacas o que contienen afecciones relacionadas con el gluten. Una dieta baja en proteínas puede ser una ayuda importante para reducir la progresión de la insuficiencia renal crónica. Numerosos estudios han confirmado el valor de la dieta cetogénica en casos de mala absorción y mala digestión de grasas, y en el tratamiento de trastornos neurológicos. Uno de cada cuatro adultos sufre de síndrome metabólico, en el que una dieta correcta y equilibrada es un aliado para prevenir el deterioro de la salud.