Cambios en la composición corporal, hábitos dietéticos y sintomatología de la población celíaca tras la introducción de la dieta sin gluten

  1. Dr.Schär Institute
  2. Dr. Schär Institute
  3. News
  4. Alimentación sin gluten
  5. Cambios en la composición corporal, hábitos dietéticos y sintomatología de la población celíaca tras la introducción de la dieta sin gluten

El desarrollo de la enfermedad celíaca (EC) cursa con una inflamación crónica y atrofia de las vellosidades intestinales y presenta un extenso cuadro clínico, ampliamente recogido en la bibliografía, el cual dificulta un rápido diagnóstico (1-3).

Mientras que en algunos casos casi no aparecen síntomas, en otros, los síntomas son de tipo gastrointestinal (como diarrea, estreñimiento o dolor abdominal) o derivados del síndrome de malabsorción, que provocan deficiencia nutricional y conllevan la aparición de retraso en el crecimiento y otras enfermedades carenciales, como anemia u osteoporosis, entre otros (4, 5).

La introducción de una dieta estricta sin gluten (DSG) facilita la normalización de la mucosa intestinal y el alivio de la sintomatología, si bien, el periodo necesario para alcanzar dicha recuperación es variable y depende de diversos factores, como la edad, la adherencia a la DSG u otros tratamientos farmacológicos concomitantes (6-8). El tratamiento dietético de la enfermedad celíaca implica cambios importantes en los hábitos dietéticos, que se podrán traducir en cambios en el peso y composición corporales, tipo de alimentación y desaparición de síntomas.

Composición corporal

Los problemas en la absorción y, por tanto, en el aprovechamiento de los nutrientes en la fase previa al diagnóstico y los primeros meses tras este son, en parte, los responsables de los cambios observados en la composición corporal de las personas celíacas, tanto en la población infantil como adulta.

Durante la etapa de crecimiento los requerimientos de energía y nutrientes son más elevados y, por ello, este colectivo es más susceptible a los cambios nutricionales, con mayor riesgo de malnutrición. Así, en el diagnóstico de la EC, dicha población infanto-juvenil celíaca suele presentar un índice de masa corporal (IMC) inferior al de la población general, acompañado de menor depósito de tejido adiposo, pero también de masa magra y muscular (9, 10). En términos generales, el seguimiento de la DSG permite que estos infantes y adolescentes de bajo peso inicial alcancen un normopeso. Además, este logro ocurre de forma más rápida que en la población adulta, aunque existen otros factores que facilitan esta mejoría, como es la introducción temprana de la DSG (9).

Igualmente, en el diagnóstico de la EC en la edad adulta se puede detectar un IMC bajo que se corrige en el medio plazo tras la eliminación del gluten de la dieta (11, 12), alcanzando un peso normal e, incluso, llegando al sobrepeso (7, 13).

Aun así, la población celíaca adulta bajo tratamiento dietético presenta un IMC menor cuando se compara con un grupo control o con la población general (14, 15). Algunos trabajos propios indican que estas diferencias son más habituales en el colectivo de las mujeres celíacas, mientras que los varones celíacos presentan un mayor porcentaje de sobrepeso y exceso de masa grasa (15, 16).

Hábitos dietéticos

Retirar el gluten de nuestra alimentación es una tarea compleja, puesto que esta proteína aparece como ingrediente en numerosos alimentos, más allá de los derivados de cereales que lo contienen. Es necesario implementar nuevos hábitos que permitan, además de seguir una dieta libre de gluten, que esta sea equilibrada y se adapte a los gustos personales que aseguren una adherencia duradera en el tiempo. Para ello se requiere de una formación previa básica sobre alimentación y dietética y el asesoramiento por parte de dietistas-nutricionistas que faciliten el cumplimiento de los nuevos hábitos dietéticos que esta DSG exige. Esto incluye, en muchos casos, la formación de las personas del entorno familiar y social de la persona celíaca, que reducirá el riesgo de carencias nutricionales o excesos, además de las transgresiones (5, 17, 18).

La DSG debe cumplir el objetivo inicial de corregir las deficiencias derivadas de la malabsorción de algunos micronutrientes, como hierro, calcio, zinc, magnesio, ácido fólico y vitaminas D y B12, entre otros, así como algunas de sus posibles consecuencias ya mencionadas (anemia, osteoporosis e, incluso, depresión). Es necesario asegurar un aporte energético adecuado con un reparto de proteínas de alta calidad, que reduzca la pérdida de masa muscular y ponderal, pero asegurando una ingesta suficiente de hidratos de carbono y lípidos saludables (1, 19).

Un reciente trabajo (20) que revisa el cumplimiento de las recomendaciones diarias de ingestas y las concentraciones séricas de algunos nutrientes esenciales en el momento del diagnóstico y tras el seguimiento de una DSG correcta en el medio (6 meses-2 años) y largo plazo (mayor de 2 años), muestra que se consigue reducir estos déficits y que conseguirlo depende del tipo de nutriente. La vitamina B12, el ácido fólico, el calcio y el magnesio consiguen normalizarse tras un periodo medio (6-12 meses), o alcanzan, al menos, cifras de déficit similares a las de la población general. No obstante, para nutrientes como el hierro o la vitamina D, tras el seguimiento de una DSG, en torno al 50 % de las personas celíacas aún no cubren las recomendaciones. En estos casos, el desequilibrio podría ser atribuible a la propia DSG.

En la actualidad, el mercado en auge de los alimentos específicos elaborados sin gluten, así como la normativa sobre etiquetado y declaración obligatoria para el resto de alimentos, facilita la elección de alimentos y la preparación de menús en una DSG. No obstante, se ha cuestionado la composición nutricional de estos alimentos elaborados específicamente sin gluten frente a sus homólogos equivalentes con gluten (19, 21, 22). La necesidad de sustituir esta proteína por otros ingredientes que imitasen la esponjosidad y características organolépticas de esta, así como el hecho de prescindir de la fortificación mineral o con fibra de algunas harinas para evitar el riesgo de contaminación con gluten del producto final, suponen cambios en el aporte nutricional de estos productos (22).

Algunos trabajos, incluso, asignan el exceso ponderal observado tras la DSG a la ingesta de estos productos sin gluten, con alto contenido en azúcares y grasas, sobre todo saturadas (13, 19). Estudios propios realizados en la población infantil y juvenil celíaca mostraron que, si bien estos productos sin gluten sí pueden contribuir al desequilibrio energético (16), según el análisis de su composición en micronutrientes, no parecen ser responsables del incumplimiento de las recomendaciones para cubrir sus necesidades nutricionales (18, 20).

En cualquier caso, parece que estas diferencias nutricionales observadas entre los alimentos equivalentes con y sin gluten se han reducido, ya que en los últimos años la industria alimentaria de alimentos sin gluten ha mejorado dicha producción, presentando una composición más saludable (22-24).

La falta de adherencia a la DSG es otro factor que afecta negativamente al estado nutricional, de tal forma que transgresiones en la etapa infanto-juvenil se relacionan con el desarrollo de enfermedades carenciales en el adulto, como son las enfermedades óseas (8, 25-27). En relación a la autopercepción de adherencia, varios estudios ponen de manifiesto diferencias notables en la valoración del cumplimiento percibida por las personas celíacas y sus familiares y la evaluación realizada por profesionales dietistas, que reflejan un menor cumplimiento (5, 28, 29). Por lo tanto, se hacen necesarios programas de educación nutricional que mejoren la formación previa para asegurar hábitos dietéticos seguros y el cumplimiento estricto de la dieta en esta población (17, 29, 30).

Sintomatología

Los síntomas agudos que habitualmente acompañan a la EC suelen remitir o, al menos, reducirse tras la eliminación del gluten de la dieta, aunque el periodo para alcanzar dicho alivio varía entre individuos (1, 5, 22, 27, 31). A pesar de ello, entre el 20-30 % de las personas celíacas mantienen síntomas incluso durante el seguimiento a largo plazo de una estricta DSG (31, 32). Estudios preliminares propios realizados en población infantil sobre sintomatología gastrointestinal indican una significativa reducción del número de síntomas descritos tras 3 meses de DSG (33).

La mejoría clínica comienza tras las primeras semanas de seguimiento de la DSG, siendo la anorexia, el dolor abdominal y un alivio en las diarreas los síntomas más precoces en desaparecer, antes de las 4 semanas, para seguidamente mejorar la irritabilidad y la distensión abdominal (2, 34). Otros síntomas, como el reflujo gastrointestinal, remiten a partir del 3.er mes (35). La intolerancia a la lactosa o estreñimiento y náuseas mejoran significativamente tras un periodo medio de 6-8 meses (2). La diarrea se alivia, en algunos casos, a partir de los primeros meses (4, 34), pero parecen necesarios periodos de varios años de DSG para su remisión (4, 27). Los parámetros antropométricos, como la mejora del peso y la composición corporal, comienzan hacia el 3.er-4.º mes (33, 34), pero son necesarios periodos largos para una recuperación total (2, 8, 11, 12, 20).

Es importante recordar que, en ocasiones, la falta de síntomas es una de las razones que llevan a cometer transgresiones de la DSG, ya que la persona celíaca no percibe ninguna respuesta tras la ingesta de gluten. Sin embargo, en estos casos es posible detectar dichos incumplimientos mediante otros controles de seguimiento serológicos o la presencia de péptidos inmunogénicos de gluten en heces (32, 36). De hecho, es habitual utilizar los marcadores serológicos, como los anticuerpos antitransglutaminasa o antiendomisio, para evaluar la eficacia del tratamiento de la DSG (1, 4, 27, 35).

Bibliografía

  1. Caio G Volta U, Sapone A, Leffler DA, De Giorgio R, Catassi C, Fasano A. Celiac disease: a comprehensive current review. BMC Med. 2019;17(1):142-61.
  2. Murray JA, Watson T, Clearman B, Mitros F. Effect of a gluten-free diet on gastrointestinal symptoms in celiac disease. Am J Clin Nutr. 2004;79(4):669-73.
  3. Grupo de trabajo del Protocolo para el diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca. Protocolo para el diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud (SESCS); 2018.
  4. Laurikka P, Salmi T, Collin P, Huhtala H, Mäki M, Kaukinen K, et al. Gastrointestinal Symptoms in Celiac Disease Patients on a Long-Term Gluten-Free Diet. Nutrients. 2016;8(7).
  5. Rajpoot P, Sharma A, Harikrishnan S, Baruah BJ, Ahuja V, Makharia GK. Adherence to gluten-free diet and barriers to adherence in patients with celiac disease. Indian J Gastroenterol. 2015;34(5):380-6.
  6. Hutchinson JM, West NP, Robins GG , Howdle PD. Long-term histological follow-up of people with coeliac disease in a UK teaching hospital. QJM. 2010;103(7):511-7.
  7. Kabbani TA, Goldberg A, Kelly CP, Pallav K, Tariq S, Peer A, et al. Body mass index and the risk of obesity in coeliac disease treated with the gluten-free diet. Aliment Pharmacol Ther. 2012;35(6):723-9.
  8. Newnham ED, Shepherd SJ, Strauss BJ, Hosking P, Gibson PR. Adherence to the gluten-free diet can achieve the therapeutic goals in almost all patients with coeliac disease: A 5-year longitudinal study from diagnosis. J Gastroenterol Hepatol. 2016;31:342-9.
  9. Więch P, Chmiel Z, Bazaliński D, Sałacińska I, Bartosiewicz A, Mazur A, et al. The Relationship between Body Composition and a Gluten Free Diet in Children with Celiac Disease. Nutrients. 2018;10(11).
  10. Barera G, Mora S, Brambilla P, Ricotti A, Menni L, Beccio S, et al. Body composition in children with celiac disease and the effects of a gluten-free diet: a prospective case-control study. Am J Clin Nutr. 2000;72:71-5.
  11. Barone M, Della Valle N, Rosania R, Facciorusso A, Trotta A, Cantatore FP, et al. A comparison of the nutritional status between adult celiac patients on a long-term, strictly gluten-free diet and healthy subjects. Eur J Clin Nutr. 2016;70(1):23-7.
  12. Ukkola A, Mäki M, Kurppa K, Collin P, Huhtala H, Kekkonen L, et al. Changes in body mass index on a gluten-free diet in coeliac disease: a nationwide study. Eur J Intern Med. 2012;23(4):384-8.
  13. Tortora R, Capone P, De Stefano G, Imperatore N, Gerbino N, Donetto S, et al. Metabolic syndrome in patients with coeliac disease on a gluten-free diet. Aliment Pharmacol Ther. 2015;41:352-9.
  14. Bardella MT, Fredella C, Prampolini L, Molteni N, Giunta AM, Bianchi PA. Body composition and dietary intakes in adult celiac disease patients consuming a strict gluten-free diet. Am J Clin Nutr. 2000;72(4):937-9.
  15. Churruca I, Miranda J, Lasa A, Bustamante M, Larretxi I, Simon E. Analysis of Body Composition and Food Habits of Spanish Celiac Women. Nutrients. 2015;7:5515-31.
  16. Larretxi I, Simon E, Benjumea L, Miranda J, Bustamante MA, Lasa A, et al. Gluten-free-rendered products contribute to imbalanced diets in children and adolescents with celiac disease. Eur J Nutr. 2019;58(2):775-83.
  17. Husby S, Bai JC. Follow-up of Celiac Disease. Gastroenterol Clin North Am. 2019;48(1):127-36.
  18. Larretxi I, Txurruka I, Navarro V, Lasa A, Bustamante MÁ, Fernández-Gil MDP, et al. Micronutrient Analysis of Gluten-Free Products: Their Low Content Is Not Involved in Gluten-Free Diet Imbalance in a Cohort of Celiac Children and Adolescent. Foods. 2019;8(8).
  19. Di Nardo G, Villa MP, Conti L, Ranucci G, Pacchiarotti C, Principessa L, et al. Nutritional Deficiencies in Children with Celiac Disease Resulting from a Gluten-Free Diet: A Systematic Review. Nutrients. 2019;11(7).
  20. Kreutz JM, Adriaanse MPM, van der Ploeg EMC, Vreugdenhil ACE. Narrative Review: Nutrient Deficiencies in Adults and Children with Treated and Untreated Celiac Disease. Nutrients. 2020;12(2).
  21. Miranda J, Lasa A, Bustamante MA, Churruca I, Simon E. Nutritional differences between a gluten-free diet and a diet containing equivalent products with gluten. Plant Foods Hum Nutr. 2014;69: 182-7.
  22. Melini V, Melini F. Gluten-Free Diet: Gaps and Needs for a Healthier Diet. Nutrients. 2019;11(1).
  23. Stantiall SE, Serventi L. Nutritional and sensory challenges of gluten-free bakery products: a review. Int J Food Sci Nutr. 2018;69(4):427-36.
  24. Calvo-Lerma J, Crespo-Escobar P, Martínez-Barona S, Fornés-Ferrer V, Donat E, Ribes-Koninckx C. Differences in the macronutrient and dietary fibre profile of gluten-free products as compared to their gluten-containing counterparts. Eur J Clin Nutr. 2019;73(6):930-6.
  25. Blazina S, Bratanic N, Campa AS, Blagus R, Orel R. Bone mineral density and importance of strict gluten-free diet in children and adolescents with celiac disease. Bone. 2010;47:598-603.
  26. Abenavoli L, Delibasic M, Peta V, Turkulov V, De Lorenzo A, Medić-Stojanoska M. Nutritional profile of adult patients with celiac disease. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2015;19(22):4285-92.
  27. Pekki H, Kurppa K, Mäki M, Huhtala H, Sievänen H, Laurila K, et al. Predictors and Significance of Incomplete Mucosal Recovery in Celiac Disease After 1 Year on a Gluten-Free Diet. Am J Gastroenterol. 2015;110(7):1078-85.
  28. Dowhaniuk JK, Mileski H, Saab J, Tutelman P, Thabane L, Brill H. The Gluten Free Diet: Assessing Adherence in a Pediatric Celiac Disease Population. J Can Assoc Gastroenterol. 2020;3(2):67-7.
  29. Hughey JJ, Ray BK, Lee AR, Voorhees KN, Kelly CP, Schuppan D. Self-reported dietary adherence, disease-specific symptoms, and quality of life are associated with healthcare provider follow-up in celiac disease. BMC Gastroenterol. 2017;17(1):156.
  30. Gutowski ED, Weiten D, Green KH, Rigaux LN, Bernstein CN, Graff LA, et al. Can individuals with celiac disease identify gluten-free foods correctly? Clinical Nutrition ESPEN. 2020;36:82-90.
  31. Mooney PD, Evans KE, Singh S, Sanders DS. Treatment Failure in Coeliac Disease: A Practical Guide to Investigation and Treatment of Non-responsive and Refractory Coeliac Disease. J Gastrointestin Liver Dis. 2012;21(2):197-203.
  32. Stasi E, Marafini I, Caruso R, Soderino F, Angelucci E, Del Vecchio Blanco G, et al. Frequency and Cause of Persistent Symptoms in Celiac Disease Patients on a Long-term Gluten-free Diet. J Clin Gastroenterol. 2016;50(3):239-43.
  33. Larretxi I, Tutau C, Esteban B, Benjumea L, Eizaguirre FJ, Txurruka I, et al. Evolución de la composición corporal, hábitos dietéticos y sintomatología de la población celíaca infantojuvenil tras 3 meses de dieta sin gluten. Gastroenterol Hepatol. 2018;41(Espec Congr 3):46.
  34. Silva JJ, Cátedra M, Domínguez T, Castilla A, Sierra I, Balsera M, et al. Estudio de la relación tiempo/grado de respuesta tras la supresión del gluten de cereales en la dieta de celíacos adultos. Nutr Hosp. 2004;19(Supl. 1):48.
  35. Nachman F, Vázquez H, González A, Andrenacci P, Compagni L, Reyes H, et al. Gastroesophageal reflux symptoms in patients with celiac disease and the effects of a gluten-free diet. Clin Gastroenterol Hepatol. 2011;9(3):214-9.
  36. Comino I, Fernández-Bañares F, Esteve M, Ortigosa L, Castillejo G, Fambuena B, et al. Fecal Gluten Peptides Reveal Limitations of Serological Tests and Food Questionnaires for Monitoring Gluten-Free Diet in Celiac Disease Patients. Am J Gastroenterol. 2016;111(10):1456-65.
  • Autoras

    Edurne Simón Magro
    Profesora Titular de Nutrición y Bromatología, Facultad de Farmacia, UPV/EHU. Directora Técnica y Gerente del Laboratorio de Análisis de Gluten UPV/EHU. Investigadora principal del grupo de investigación GLUTEN 3S

    Arrate Lasa Elgezua
    Profesora Titular de Nutrición y Bromatología, Facultad de Farmacia, UPV/EHU

    Virginia Navarro Santamaría
    Profesora Adjunta de Nutrición y Bromatología, Facultad de Farmacia, UPV/EHU

    Itziar Churruca Ortega
    Profesora Titular de Nutrición y Bromatología, Facultad de Farmacia, UPV/EHU

    Idoia Larretxi Lamelas
    Profesora Laboral Interina de Nutrición y Bromatología, Facultad de Farmacia, UPV/EHU